Este trabajo de investigación pretende explorar todo el rango de posibilidades que se encuentran entre las realidades binarias que se nos ofrecen en la sociedad. Esta obra es un proceso de desgarro identitario. Es un propósito de arrancarse la coraza y asumirse a cada instante, en la convivencia de opuestos, en el desequilibrio constante entre elecciones. Es una pieza donde mostrar la belleza de dejar al aire la identidad cambiante y descascarillada. Una coreografía en defensa de la fragilidad como estado necesario para abrirse al otro. La vulnerabilidad como clave para pensar juntos, declararse no autosuficientes para el inicio de un trabajo colectivo, un espacio de escucha. Los cuerpos de estas dos mujeres sobre la escena, se relacionan entre sí, se rompen, se desconocen, se descubren, hasta llegar a entender que se necesitan. Una búsqueda de quién y qué es frágil.